jueves, 19 de marzo de 2015

La Explicación 

La explicación es una tercera herramienta de la argumentación, responde principalmente a la pregunta “¿Por qué?” aunque en ocasiones también podemos preguntar “¿para qué?”. La explicación busca las causas de los hechos para darlos a entender. Existen 4 tipos de explicación: la explicación causal, probabilística, funcional y genética. 

  • La Explicación Causal O Deductiva: Es subsumir un fenómeno, es decir “introducir bajo” y “derivar de” una ley general. Por lo general es necesario recurrir a varias leyes y a otros enunciados que hacen afirmaciones acerca de hechos concretos.
  • Explicación Probabilística: Tiene la misma estructura que la anterior, pero con una salvedad importante: las leyes que se utilizan para la explicación son leyes no universales, sino únicamente probabilísticas (como pueden ser, por ejemplo, las leyes de Mendel). Se la llama también, a veces, explicación “estadística”.
  • Explicación Funcional: La explicación funcional en lugar de responder a la pregunta “por qué” (que interroga por la causa) responde a la pregunta “para qué” (que interroga por el fin o finalidad). Se explica así, por ejemplo, la emigración de las aves en invierno hacia países más cálidos; pero sigue siendo un misterio inexplicable la emigración de las langostas en los fondos marinos. 
  • Explicación Genética: Consiste en explicar un fenómeno o acontecimiento a partir de la serie de hechos de que deriva, es decir, mostrando su “génesis”. Este tipo de explicación es muy corriente en las ciencias históricas. Se explica así, por ejemplo, la situación histórica de una lengua a partir de las vicisitudes por que ha ido pasando.

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